¿Qué le sujeta entonces?
¿Por qué no huye?
Pregunté a un maestro, un padre, un tío. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia: "Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?"
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, me olvidé del elefante y la estaca.
Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro... Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamas intentó voler a poner a prueba su fuerza.
* ("Déjame que te cuente"... Jorge Bucay)
NO SEAS COMO EL ELEFANTE. SI QUIERES, PUEDES
NO SEAS COMO EL ELEFANTE. SI QUIERES, PUEDES
1 comment:
Hola Laura!!!
Solo para felicitarte, por este excelentisimo post, y es ke en vdd muchisimas personas vivimos atados a rekuerdos pasados...
Deseo ke tengas un excelente inicio de semana y buena vibra en todo lo ke hagas.
Saludos... Att. Raúl Gómez
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